Schopenhauer tenía en la cabecera de su cama -allá sus cosas- una estatua de Budha. No sé si bajo un «pipal», como le sucedió al apóstol indio, recibió en sus entrañas la doctrina del nirvana, o si ésta 1e vino luego del «dharamyatra» o peregrinación cordial a los cuatro lugares santos del budismo... Para continuar leyendo el artículo ENLACE. |
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